Ante la llegada del otoño y tras haber tenido las ventanas de tu hogar abiertas en verano, las paredes de tu casa probablemente tendrán polvo, además de manchas y huellas normales por el uso cotidiano, sobre todo si hay niños en el hogar.
Para la limpieza de paredes pintadas puedes usar jabón neutro o lavavajillas diluido en agua, aunque si las paredes están muy sucias, puedes añadir amoníaco incoloro y vinagre blanco. Necesitarás una esponja suave blanca (que no tenga color y pueda teñir la pared), otro cubo con agua limpia para aclarar y una bayeta limpia para el aclarado.
Lo primero es quitar el polvo antes de humedecer la pared, hazlo con un plumero y retira también posibles telarañas, o con el aspirador.
Al limpiar las paredes ya con la esponja, debes hacerlo de abajo a arriba, al revés de como se suele realizar cualquier limpieza. Se hace así porqué al gotear si la gota baja por la pared seca, puede formar otra mancha que deberás retirar, en cambio si la gota baja por la pared ya limpia y húmeda sólo tendrás que retirarla con la bayeta de aclarar. Si lo prefieres, puedes usar además unos trapos limpios para secar un poco la pared.
Acaba siempre una pared completa, si paras a la mitad se puede crear una marca difícil de eliminar.
Deja así tus paredes limpias y brillantes !!
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