En esta entrada del blog continuamos con la limpieza de las lámparas de araña.  Explicamos cómo limpiarlas en el caso de que la suciedad esté más acumulada y con la pulverización de un producto limpiador no sea suficiente.

El proceso es un poco más delicado, ya que debe ser manual.

 

Como en el post anterior, lo primero es la seguridad, por ello apaga la lámpara e incluso coloca una cinta en el interruptor para que nadie la pueda encender mientras limpias. Espera unas horas después de haberla limpiado para volver a encenderla.

 

Antes de empezar a lavar a mano cada uno de los cristales, pasa un plumero por toda la lámpara para retirar el máximo posible de polvo, tanto de las lágrimas de cristal como de los brazos y bombillas.

 

Y para evitar cualquier rotura, cuelga de la lámpara un paraguas abierto al revés, si se suelta algún cristal o lágrima no caerá al suelo!

 

Para limpiar los cristales, te aconsejamos que te pongas unos guantes de algodón y vayas humedeciendo los dedos en un bol que contenga una mezcla de agua, amoníaco y limpiacristales. Ves limpiando así uno a uno todos los cristales y lágrimas de la lámpara, sin goterones. Recuerda no apoyarte ni girar la lámpara, ves recorriendo tú alrededor de la lámpara.

 

Cuando hayas acabado con todos los cristales, con un trapo húmedo limpia los soportes y demás piezas de la lámpara.

 

Y disfruta de un trabajo bien hecho y de una lámpara brillante!

 

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